Mi nueva máscara: Sumptuous Extreme de Estée Lauder

Sin duda alguna, mi producto de maquillaje por excelencia son las máscaras de pestañas. Reconozco que tengo una buena colección entre las que destacan 2 marcas: Lancôme y Estée Lauder. Hace unos días, leyendo el blog de Babyface leí que Estée Lauder había sacado al mercado una nueva máscara, aprovechando que una de mis Hypnôse se había acabado fuí ayer a ver qué veía en Druni.


Aunque esta máscara está en 3 tonos: marrón, azul y negro. En Sueca tan sólo tenían 2: el marrón y el negro. Tengo máscaras marrones pero no es un tono que acabe de gustarme mucho, iba con la idea de comprarla en tono azul pero, al no estar, cogí el negro. Tengo suerte, cada una de las máscaras de pestañas negras que tengo poseen matices que hacen diferente a estos negros con lo cuál no acumulas máscaras del mismo tono.


Esta nueva máscara de Estée Lauder es buenísima. Es una versión, mejorada, de la Sumptuous. Si ésta ofrece volumen y alarga las pestañas, la versión Extreme multiplica el efecto. Basta una sola pasada para observar como transforma la mirada.


Es una máscara que no se limita a aportar volumen a las pestañas sino que, además, las alarga y riza. ¿Cómo lo consigue? Pues gracias a su cepillo Extreme Brush Comber, un cepillo mejorado que combina diversas fibras:


- Hueca: que alarga y riza las pestañas.


- Rígida: Alarga y da volumen.


- Envireté: Que espesa las pestañas. Todas, hasta las más pequeñas.


Este volumen que aporta se puede observar desde la primera aplicación. Basta un ligero toque en las pestañas para ver cómo se transforman. El volumen que les da es espeso pero sin un ápice de grumos. No es de las máscaras que dejan todas las pestañas llenas de pegotes, rígidas y acartonadas. No, es una máscara que sabe cómo cuidar y mimar las pestañas.


Éstas quedan perfectas. Mis pestañas son por naturaleza bastante largas así que el alargamiento que les aporta Sumptuous Extreme es aún mayor. Se aprecian unos señores pestañones, de esos que abanican mariposas al pestañear. No sólo están mis pestañas más largas, sino con un rizo natural y se aprecian también más espesas puesto que les aporta volumen. Todo ello perfecciona mis cuidados con Abeñúla y Aceite de Almendras.


Como he comentado el tono es el negro. Es un tono negro azabache brillante. Se le parece un poco al de Hypnôse Dramha pero creo que es un poco más intenso. Un negro que no hace el rostro vulgar sino que abre la mirada al tiempo que la ilumina. Los ojos se aprecian más grandes. Las pestañas los enmarcan con mayor precisión. Un tono negro que se adapta tanto a las mañanas como a las noches. Es más, si sólo quieres llevar la máscara puedes hacerlo ya que embellece los ojos.


Me gusta muchísimo esta máscara. No sólo permanece intacta a lo largo del día o de la noche sino que es de las que se eliminan fácilmente sin agredir las pestañas. Su textura es tipo mousse formada por geles ligeros, políneros y ceras sin olvidar el polvo, el silice esférico y las láminas de mica. Ingredientes que respetan las pestañas.


Por todo ello, es una máscara más que recomendable. A mí me costó unos 20€ en Druni. Su precio es elevado o no según se mire: por regla general, este tipo de productos me cunden mucho y la calidad es importante. No me arriesgo a que mis pestañas sufran o se vuelvan acartonadas. Esta máscara de Estée Lauder las mima y me siento cómoda con ella.


Comparada con el resto que tengo pues la sitúo al mismo nivel que mis Hypnôse que son mis máscaras favoritas. A nivel de calidad y acabado están bastante parejas, ambas son especiales. Máscaras que transforman las pestañas en cálidos abanicos.